Hay momentos en los que solo necesitamos levantar nuestras manos, y suspirar a nuestro Dios por el peso tan grande que sentimos dentro, la liberación de nuestra alma se encuentra en los sacrificios de alabanza a nuestro Dios, cuando alabamos se rompen cadenas, se quebrantan los yugos, fruto de labios puros.
El socorro en nuestra tribulación es nuestro Jesús, no hay otro lugar donde ir cuando estemos en tempestad sino a El ofreciendole sacrificios de alabanza, y si se le llama sacrificios es porque es difícil y El lo sabe pero allí en la dificultad es donde nuestro corazón se vuelve sincero ante su creador y eso es lo que El esta esperando que sinceramente le alabemos.Por medio de la alabanza nuestro interior recibe liberación, no solo se debe alabar a Dios en los momentos de abundancia sino también en los de escaces, fuimos creados para alabanza de su gloria, (Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, Efesios 1:5-6.)
Sacrifica ofrenda de alabanzas a tu Dios, el lo merece todo.
!Dios te bendiga!