viernes, 26 de enero de 2018

En el tiempo de desierto.

En todo tiempo Dios continúa siendo Dios, el mismo Dios que nos ha ayudado en momentos de necesidad y que nos ha bendecido en otros tiempos, es el mismo hoy en nuestros momentos de dificultades, el no cambia y no tarda a sus promesas.

Cuando estamos pasando por momentos de dificultades entendemos que Dios está lejos o ajeno a nuestra necesidad pero en realidad los que nos hemos alejado de El acercándonos demasiado a nuestros problemas hemos sido nosotros. Lo más común es que el ser humano se sienta abrumado por preocupación y por lo mucho que ha tardado su prueba, y tendemos a orar con desesperación, y no recibimos respuesta de Dios porque no es el tiempo apropiado, en esos momentos es cuando debemos acercarnos aún más a Dios. Y orar como lo hacía David en Salmos 28: 7.

                          

Paremos de reclamar a Dios porque nosotros no recibimos lo que queremos en nuestro tiempo y empecemos a buscar entendimiento de El para saber cual será el tiempo apropiado de Dios para nosotros. Necesitamos pedirle sabiduría a Dios para que nos ayude a entender su propósito en la situación en que estamos y no buscar resolver por nuestra propia cuenta o en el peor de los casos enojarnos con Dios porque no hace lo que nosotros queremos en el tiempo que nosotros queremos.

Dios conoce lo que es mejor para nosotros y el sabe porque permite cada situación en nuestras vidas. Si ahora estás pasando por tiempos de desierto y de prueba pídele a Dios la gracia para entender lo que Dios quiere trabajar contigo en este momento y aprende a orar como David sin olvidar que Dios es misericordioso y han sido innumerables las veces que nos ha mostrado que nos ama.



En el tiempo de desierto.

En todo tiempo Dios continúa siendo Dios, el mismo Dios que nos ha ayudado en momentos de necesidad y que nos ha bendecido en otros tiempos...